“Chile y Brasil buscan forjar alianzas sostenibles de cara a la COP30”


Evento fue organizado por la Embajada de Brasil en Chile, la Cámara Chilena- Brasileña de Comercio y la Universidad Adolfo Ibáñez; con la colaboración del Ministerio del Medio Ambiente y las empresas AB InBev, CMPC, Manuia, Latam Airlines y Natura. Entre sus expositores estuvieron presentes el embajador Paulo Pacheco y la ministra Maisa Rojas.


El pasado viernes 9 de mayo, en la Universidad Adolfo Ibáñez, se realizó el evento “COP30 en Brasil: una mirada público-privada Brasil-Chile”, organizado por la Embajada de Brasil en Chile, la Cámara Chilena-Brasileña de Comercio y la UAI; con la colaboración del Ministerio del Medio Ambiente de Chile y las empresas AB InBev, CMPC, Manuia, Latam Airlines y Natura.


La instancia, inaugurada por la decana de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la UAI, Magdalena Browne, tuvo como objetivo resaltar el papel de la alianza público-privada en los esfuerzos de mitigación del cambio climático, en especial en el año en que la Conferencia de las Partes (COP) climática ocurre por primera vez en Sudamérica, cuna de la biodiversidad y granero del planeta.


Además, se invitó a las empresas presentes en Chile y Brasil a asumir compromisos en favor de la reducción de emisiones, sumándose a los esfuerzos del “mutirão” (trabajo conjunto) de la Presidencia brasileña en la COP30 para garantizar una cumbre que constituya un punto de inflexión en los cinco pilares del régimen del clima: mitigación, adaptación, financiación, tecnología y capacitación. En Belém, ciudad en donde se realizará la cumbre climática en noviembre, estos pilares se simbolizarán por las cinco
estrellas de la Cruz del Sur.


Durante su intervención, el embajador de Brasil en Chile, Paulo Pacheco, enfatizó en una mirada desde el Sur Global, grupo que corresponde a 79% de la población mundial, pero que detenta solo un 30% de la riqueza global. “Con realidades demasiado diversas, estos países son los que más sufren con los efectos del cambio climático”, aseguró.:

“Asimismo, los limitados recursos a su disposición refuerzan el carácter imprescindible de la cooperación internacional entre diferentes actores como la mejor forma de alcanzar el desarrollo sostenible. Reconocemos y reiteramos el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, el cual no quita la obligación de todos”, reparó el embajador.


En ese sentido, indicó que “Brasil ha enfatizado, entre otras, la dimensión de la movilización pública –bajo el concepto indígena de “multirão”–, que remite al poder de acción de individuos, sociedad civil, academia y empresariado para construir el que queremos”.


Por su parte, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, destacó las convergencias entre Brasil y Chile en sus perspectivas sobre el desarrollo sustentable, el trabajo conjunto de ambos países por medio del capítulo sobre Comercio y Medioambiente del Acuerdo de Libre Comercio Brasil-Chile, además del hecho de que ésta será la COP en que el Presidente Gabriel Boric estará presente para reafirmar su compromiso en esta materia.

Las empresas presentes en el evento – AB InBev, CMPC, Latam Airlines, Manuia, Natura –, en tanto, expusieron sobre su contribución a una producción sustentable y con menos emisiones, reforzando su compromiso con el combate y mitigación de la emergencia climática.


La mesa redonda fue introducida por el socio cofundador y managing partner de Manuia, Daniel Vercelli, y contó con la participación del gerente de Marketing y Sustentabilidad de Natura Chile, Ezequiel Monis; la gerente de Sostenibilidad de CMPC, Verónica de la Cerda; el director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Latam Airlines, Juan José Tohá; y el director de Asuntos Corporativos de AB InBev, José
Antonio Alonso.


En particular, AB InBev destacó la transición de su fábrica en Santiago al uso de fuentes de energía 100% renovables, además de su aceleradora de startups, que selecciona también proyectos enfocados a la producción sostenible. Latam Airlines mencionó sus planes para “combustibles de aviación sostenibles – SAFs”, que apuntan a tener el liderazgo de Brasil en la producción de biocombustibles, así como como prácticas sostenibles para el envasado de productos y reciclaje en la aviación.

Asimismo, Natura reiteró su compromiso de tener emisiones 0 hasta 2025 y su trabajo con productos
forestales que permiten, al mismo tiempo, fomentar la reforestación y generar ingresos a comunicades locales. 

CMPC, a su vez, destacó el respeto de la empresa al Código Forestal Brasileño, que fue elogiado, y su acción para generar un entorno que sea socialmente sostenible para comunidades en las regiones en donde se produce celulosa.


Al finalizar la instancia, las empresas respondieron preguntas del público y abordaron la difusión de prácticas sostenibles a lo largo de sus cadenas de producción, especialmente a los proveedores que son micro, pequeños y empresas medianas.


También detallaron sobre su apoyo a la producción de las comunidades indígenas y tradicionales; aplicación de prácticas que no constituyen “greenwashing”, sino que un impacto real en la reducción  emisiones; y trabajo conjunto con el sector público para  garantizar la creación y aplicación de leyes con el fin de  reducir las emisiones, la contaminación y prevenir la pérdida de  biodiversidad.

Discurso Embajador Paulo Pacheco:

COP30 EN BRASIL: UNA MIRADA PÚBLICO-PRIVADA BRASIL- CHILE

Significados y objetivos de la COP30 para Brasil Embajador Paulo Roberto Soares Pacheco

Excelentísima señora Maisa Rojas, ministra del Medio Ambiente de Chile,

Estimada señora Magdalena Browne, decana de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, señora Thays Marietto, presidenta de la Cámara Chileno-

Brasileña de Comercio, y Selma Nunes, vicepresidenta de la Cámara,

Estimados y estimadas representantes de Manuia, AB INBEV, CMPC, LATAM Airlines y Natura Chile, en cuyo nombre saludo a las demás empresas presentes,

Estimados Embajadores, miembros del cuerpo diplomático y colegas,

Señoras y señores, Brasil se prepara para acoger la 30ª sesión de la Conferencia de las
Partes a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP30.

El evento tendrá lugar en Belém do Pará, ciudad brasileña con casi 1.4 millón de personas, ubicada en uno de los ecosistemas vitales para el mundo. Por la primera vez uno de los eventos que involucra, constantemente, debates sobre la Amazonía se realizará en suelo amazónico.

La ciencia ya había apuntado a las COP28, 29 y 30 como momentos decisivos en la lucha contra el cambio climático, en especial garantizar, según el Acuerdo de Paris, que el aumento de la temperatura mundial no supere 1.5ºC.

Sin embargo, hoy vemos una clara tendencia al unilateralismo, cuyas externalidades suelen ser globalmente negativas.

En ese contexto, debemos mirar a la COP30 como una oportunidad de construir consensos, consolidar el legado de las negociaciones anteriores, fortalecer el multilateralismo y evitar retrocesos en lo que se ha logrado hasta ahora.

Para Brasil, la cooperación entre los pueblos siempre ha sido piedra angular para el progreso de la humanidad, un valor plasmado en nuestra Constitución. No hay que ser diferente en la lucha contra el cambio climático. La COP30 necesita constituir un punto de inflexión en los cinco pilares del régimen del clima: mitigación, adaptación, financiación, tecnología y capacitación. En Belém, estos pilares se simbolizarán por las cinco estrellas de la Cruz del Sur.

En sentido más amplio, se trata de una mirada desde el Sur Global –grupo que corresponde a 79% de la población mundial, pero que detiene solo un 30% de la riqueza global. Con realidades demasiado diversas, estos países son los que más sufren con los efectos del cambio climático.

Asimismo, los limitados recursos a su disposición refuerzan el carácter imprescindible de la cooperación internacional entre diferentes actores como la mejor forma de alcanzar el desarrollo sostenible.
Reconocemos y reiteramos el principio de las responsabilidades comunes, pero diferenciadas, el cual no quita la obligación de todos.

Por lo tanto, Brasil ha enfatizado, entre otras, la dimensión de la movilización pública –bajo el concepto indígena de “multirão”–, que remite al poder de acción de individuos, sociedad civil, academia y empresariado para construir el mundo que queremos.

Se trata de una movilización total, un esfuerzo que incluya a todos los actores en el proceso de discusión, buscando conectar la aparente abstracción de las negociaciones entre Estados con la vida cotidiana de la
gente, con el mundo en que vivimos.

En ese contexto, nuestra presidencia alienta a todos los países, desarrollados o en desarrollo, a adoptar NDCs que tengan en cuenta la Misión 1.5º C.

Aunque en la medida de las capacidades de cada Estado, el “multirão” debe ser global, hacia un estándar de desarrollo más allá de las dimensiones ambientales, abarcando aspectos socioeconómicos como la
transición ecológica justa y la lucha contra el hambre y la pobreza.

Le complace a Brasil tener en Chile un especial aliado en este empeño movilizador, participando en iniciativas como la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza –lanzada bajo la Presidencia brasileña del G20 el año pasado– y la reciente reunión entre selecto grupo de líderes mundiales –promovida juntamente con el secretario general de las Naciones Unidas

Antonio Guterres– para urgir a los países a someter NDCs ambiciosas y enviar un mensaje de esperanza al mundo.

Entre los dos países, el potencial para iniciativas sostenibles de cooperación es enorme. En el área energética, por ejemplo, tanto Brasil como Chile reúnen condiciones geográficas y naturales para el desarrollo de plantas de generación de electricidad a partir de fuentes renovables como el viento y
la luz solar. De hecho, alrededor de 90% de la energía eléctrica en Brasil ya proviene de fuentes renovables.

En minería sostenible, la demanda creciente de litio para la producción de baterías contribuye a impulsar proyectos tanto en Chile –que tiene las mayores reservas del metal en el mundo– como en Brasil –que ocupa la séptima posición.

Tenemos sectores privados pujantes. La presencia aquí hoy de panelistas de AB InBev, CMPC, LATAM Chile, Manuia y Natura son epítome de ello.

Comprometidas en la lucha contra el cambio climático, han desarrollado acciones dirigidas al fomento de la economía circular, además del uso de energías de fuentes renovables y de materias primas de origen vegetal, producidas en comunidades locales, de distintas regiones, buscando generar
impacto socioeconómico y ambiental positivo.

Por la parte de los gobiernos, entendemos ser necesario construir un marco regulatorio e infraestructura propicios para que estas potencialidades se conviertan en realidad y prosperen.

Por esta razón, nuestro Acuerdo bilateral de Libre Comercio cuenta con capítulo específico sobre Comercio y Medio Ambiente, que prevé que el comercio puede y debe ser una forma de fomentar la protección al medioambiente, el desarrollo sustentable, pero sin que medidas ambientales
sean utilizadas como simple pretexto para el proteccionismo.

El comercio debe ser un motor del desarrollo, de la inclusión, de la cooperación, de la protección de la biodiversidad. Estas y otras iniciativas buscan allanar el camino hacia un desarrollo más sostenible permanente de la región. Será difícil diseminar prácticas sostenibles, cuando aún persiste la
pobreza. Es necesario que los Gobiernos recuerden las tres dimensiones del desarrollo sostenible: ambiental, social y económica.

Sin embargo, como dijo el presidente Lula en el Foro Empresarial Brasil-Chile en abril pasado, los Gobiernos solo abren puertas; son los empresarios que hacen negocios.

Así que es imprescindible que todo el sector privado perciba las oportunidades traídas por la lucha contra el calentamiento global. La ambición climática debe ser mirada como un vector de desarrollo, y no como un obstáculo a la competitividad. Y eso requiere innovación, algo que está en el ADN de los empresarios y empresarias.

Por fin, subrayo nuestra búsqueda por el diálogo y la cooperación público-privada, algo que la Embajada fomenta constantemente, para desarrollar estrategias, conjuntamente.

Por eso organizamos este evento, para escucharlos, para involucrarlos cada vez más y para intercambiar perspectivas. Y por eso invitamos a todos ustedes –individuos, sector público, empresas, profesionales
de prensa y academia– a que se sumen al “multirão” de la COP30 contra el cambio climático.

Invito a las empresas aquí presentes y todo el ecosistema empresarial que actúa en la relación Brasil-Chile, todas las compañías brasileñas o chilenas, a intensificar todavía más su compromiso con una
producción sustentable.

La sustentabilidad es un activo para las empresas, para los países, y Brasil y Chile, y su sector privado, ya son y pueden aumentar su protagonismo, uniendo esfuerzos para que nuestra región, la mayor productora de alimentos en ámbito global, el granero del planeta, la que posee la mayor biodiversidad, lidere por el ejemplo.

Liderar desde el Sur.

Muchas gracias.

Contacto: revistanuevadiplomacia@gmail.com

1 Comentario

  1. hyxlkyqoeu

    rltzklyozjtusfdvwfrehedsgoeosr

Deja un comentario