
Publicado el viernes 21 de noviembre del 2025
Cuanto más tiempo dura una disputa, más lejos nos hallamos del final.

Y llegaron los primeros textos despues de varios días de espera. La Global Mutirão: Uniting humanity in a global mobilization against climate change (en su versión 21/11/2025, de las 3:00 AM), y 12 documentos más recogiendo los aspectos claves de la agenda de negociación en Belém (en este enlace se puede acceder a todos los documentos y sus versiones).
Una revisión rápida deja varias conclusiones sobre el Global Mutirão, que no ha contentado a casi nadie:
Ayer por la noche, antes de la publicación de los textos, se había enviado una carta a la Presidencia de la COP30 en la que varios países expresaban que la ausencia de una hoja de ruta par la salida de los combustibles fósiles en la cumbre era una “línea roja“. Inicialmente firmada por 29 países el texto (entre ellos varios países de la UE, incluido España) subraya que “no podemos apoyar un resultado que no incluya una hoja de ruta para implementar una transición justa, ordenada y equitativa que nos aleje de los combustibles fósiles. Esta expectativa es compartida por la gran mayoría de las Partes, así como por la comunidad científica y por quienes siguen de cerca nuestro trabajo. El mundo espera que esta COP demuestre continuidad y progreso tras el Balance Mundial. Cualquier resultado inferior se interpretaría inevitablemente como un retroceso”. (ver enlace).
Ya en el recinto de la cumbre, en una conversación informal de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España,Sara Aagesen, confirmaba que la carta no fue como respuesta a la publicación de los textos. Previamente se había llegado al acuerdo de esa línea roja en una carta abierta que ya habían firmado 37 países. También confirmaba que no había reacción por parte de la Presidencia de la COP.
La ministra también aseguró que para la UE, el texto mutirão no era aceptable. Faltaba ambición y no se respetaba el consenso cientíico que pedía esfuerzos para cumplir con la senda del 1,5 ªC. Y esto exigía un roadmap sobre la transición para la salida de los combustibles fósiles.
Prácticamente, la jornada ha comenzado con la rueda de prensa organizada por Colombia presentando la Declaración de Belém sobre la transición justa hacia la eliminación de los combustibles fósiles. Respaldada por más de 80 países, el acto ha contado con la presencia de algunos de los 24 países firmantes: Australia, Austria, Bélgica, Camboya, Chile, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Fiji, Finlandia, Irlanda, Jamaica, Kenia, Luxemburgo, Islas Marshall, México, Micronesia, Nepal, Países Bajos, Panamá, España, Eslovenia, Vanuatu y Tuvalu.

En la intervención de la ministra encargada de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia ha expuesto que “desde el corazón de la Amazonía, los Pueblos Indígenas, las comunidades afrodescendientes, las organizaciones campesinas, el mundo académico y los movimientos sociales transmitieron un mensaje que no podemos ignorar. Esta COP no puede terminar sin una hoja de ruta clara, justa y equitativa para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles a nivel mundial. No pedimos un documento vacío. No pedimos un anuncio vacío. Debemos salir de esta COP con una hoja de ruta global que nos guíe, no de manera simbólica, sino concreta, en nuestros esfuerzos colectivos para eliminar los combustibles fósiles”.
En la misma línea, la viceprimera ministra y ministra de Política Climática y Crecimiento Verde de los Países Bajos, Sophie Hermans, ha afirmado que “existe un claro impulso para eliminar progresivamente los combustibles fósiles, y ahora es el momento de aprovecharlo. Debemos empezar a materializar cómo podría ser esta eliminación progresiva y poner en marcha una hoja de ruta concreta que nos permita incorporar lo nuevo y dejar atrás lo viejo”
En la rueda de prensa, los gobiernos de Colombia y los Países Bajos han anunciado la organización conjunta de la Primera Conferencia Internacional sobre la Transición Justa para Abandonar los Combustibles Fósiles en abril de 2026, en Santa Marta, Colombia. Su objetivo es impulsar la cooperación internacional en la transición hacia la eliminación de la extracción de combustibles fósiles, reforzando los objetivos del Acuerdo de París y alineándose con la reciente Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia, que confirmó que los estados tienen la obligación legal de proteger el clima, entre otras cosas abordando la producción de combustibles fósiles.
El ministro de Cambio Climático, Energía, Medio Ambiente y Gestión de Desastres de Vanuatu, Ralph Regenvanu ha declarado que, “para garantizar que se mantenga el impulso, Vanuatu se compromete a colaborar con nuestros hermanos y hermanas del Pacífico para estudiar la posibilidad de organizar una próxima reunión bajo nuestro liderazgo, en colaboración con otros países. De este modo se garantizará la continuidad de las conversaciones y podremos elaborar colectivamente la hoja de ruta hacia el futuro sin combustibles fósiles que necesitamos, un futuro justo, financiado y alcanzable.”

Pero, ¿Qué ocurre con el proceso? Desde la Presidencia de la COP30 se ha remitido una nota que definía el procedimiento de negociación dividiendo la jornada en varios espacios:
También se anuncia que, tras la reunión de jefes de delegación, se convocarán los plenarios de clausura para la adopción de los proyectos de decisión se celebrarán por la tarde (todavía sin hora fijada). Pero, el proceso se ha ido complicando confirme ha pasado la mañana. La reunión mutirão de jefes de delegación comenzaba con transmisión en vivo que, de repente, ha dejado de funcionar. Y ha seguido a puerta cerrada mucho tiempo después de la hora prevista de finalización. No ha transcendido información al respecto pero los plenarios de clausura no se han convocado todavía.

Tras la reunión, la presidencia ha llamado a reunión a los jefes de grupos de países a las 17:00h. Por el medio, silencio. Una de las características de esta cumbre es que se negocia a puerta cerrada por lo que no se puede ejercer un proceso adecuado de “observación” del proceso. Esta es una queja de muchas de las organizaciones observadoras presentes en la COP30, que no pueden ejercer sus derechos de una manera adecuada.
Son las 20:00h, y no se sabe el resultado de la reunión. Toca quedarse en la cumbre esperando noticias sobre un posible plenario de clausura esta madrugada. En todo caso, todo indica que el resultado de Belém se conocerá como pronto mañana.
Campañas publicitarias “con causa”:
Una investigación de la coalición Acción Climática contra la Desinformación (CAAD) y el Instituto Climainfo ha concluido que las grandes empresas petroleras incrementaron su inversión en publicidad de GoogleAds dirigida al país (Brasil), con un aumento del 2.900% en el número de anuncios solo entre septiembre y octubre. Detrás de este aumento de presencia publicitaria hay una estrategia para mantener la legitimidad social en contraste con el desarrollo de la COP30. auge publicitario pone de manifiesto los esfuerzos de la industria por utilizar su poder económico para mantener su legitimidad social para contaminar en el período previo a la COP30. Lo mismo ha ocurrido a nivel mundial.
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