Hace 100 días, la Federación de Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania. Este acto de agresión es una guerra no provocada por parte del miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra uno de los fundadores de las Naciones Unidas.

La invasión a gran escala se ha convertido en una continuación de las acciones agresivas de Rusia que desató hace 8 años al ocupar Crimea y partes de los territorios de las regiones de Donetsk y Luhansk.

Hoy nuestros ciudadanos defienden no solo su derecho a existir y vivir en un estado independiente, sino también la seguridad de Europa y de todo el mundo democrático. Todos los días nuestros defensores a costa de sus propias vidas, rechazan valientemente la maquinaria de guerra rusa y luchan por la libertad y el futuro pacífico del continente.

Durante los 100 días de guerra, el Kremlin no logró su principal objetivo: la conquista de Ucrania. En cambio, Rusia se ha convertido en el estado más sancionado del mundo y sus actividades dentro de las organizaciones internacionales y su participación en eventos internacionales se han limitado o detenido significativamente. El ejército ucraniano mantiene audazmente la línea y ha liberado territorios en varias regiones. Ucrania está decidida a tener una victoria completa sobre el invasor ruso.

Nuestro país ha demostrado una resistencia extraordinaria frente a la fuerza brutal de los invasores rusos. El milagro ucraniano fue posible gracias al ejército altamente motivado, la eficacia y el coraje del liderazgo estatal, la asistencia militar, las duras sanciones de nuestros socios y la sociedad ucraniana que mostró una extraordinaria unidad y solidaridad en la resistencia popular a los ocupantes.

Agradecemos a docenas de países de todo el mundo que brindan un apoyo significativo, gracias al cual avanzamos hacia el objetivo principal: la restauración total de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente.

Para detener los crímenes de Rusia contra el pueblo ucraniano, la destrucción de nuestra economía y el chantaje del mundo entero debido a la hambruna, debe continuar el apoyo constante a Ucrania. La asistencia a nuestro estado es hoy la mejor inversión en la paz y el desarrollo sostenible de toda la humanidad. Los principales pilares de nuestra victoria permanecen sin cambios: máxima presión sancionadora sobre Rusia, entregas de las armas necesarias y concesión a Ucrania de la condición de candidato en el camino hacia la plena adhesión a la UE.

Hasta que el Kremlin cese la guerra que ha librado y sea debidamente castigado por sus crímenes, incluidas las reparaciones por destrucción y veredictos judiciales para los criminales de guerra, la presión de las sanciones solo debería aumentar. El régimen de Putin debe perder toda influencia en el mundo y su capacidad para llevar a cabo agresiones externas, realizar operaciones de información y psicológicas, propagar la corrupción y manipular la historia y la cultura para proteger sus intereses agresivos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania hace un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye el establecimiento de un Tribunal Especial para investigar el crimen de agresión de Rusia contra Ucrania. Los criminales rusos deben ser llevados ante el Tribunal de la misma manera que lo fue con el liderazgo de la Alemania nazi.

Estamos seguros de que la victoria de Ucrania en la guerra será un impulso para la renovación de la arquitectura general de la seguridad mundial y la creación de mecanismos efectivos que impidan la repetición de Rusia y cualquier otra agresión internacional.